Tissot 16-18
El proyecto de transformación del edificio Tissot 16-18 en Lausana es un ejemplo representativo de densificación urbana controlada, articulada en torno a un edificio protegido. Construido en 1928 por el arquitecto Charles Thévenaz y clasificado con una nota 3 en el censo arquitectónico del cantón de Vaud, este edificio burgués contaba con apartamentos de 5 a 7 habitaciones, que se habían vuelto inadecuados para el mercado de alquiler actual. El proyecto permitió redefinir el uso de estos espacios adaptándolos a los estándares actuales, al tiempo que se crearon dos viviendas adicionales en el ático.
El proyecto se integra armoniosamente en un tejido urbano denso, respetando íntegramente las características exteriores del edificio. Las intervenciones han realzado los elementos arquitectónicos originales (molduras, carpintería, alineaciones), al tiempo que han garantizado una reorganización interior racional. La casi total ausencia de intervenciones en las fachadas, debido a la clasificación del edificio, ha reforzado la integración patrimonial de la operación. Se ha mejorado el confort interior sin comprometer la identidad del lugar.
La reconfiguración de los apartamentos permite una oferta de alquiler más adaptada a la demanda, en términos de superficie y funcionalidad. El programa da como resultado nueve nuevos apartamentos, manteniendo la calidad y el nivel original. La reputación del edificio y su céntrica ubicación en
Lausana contribuyen a su revalorización inmobiliaria.
Trabajar en un edificio ocupado y catalogado ha impuesto importantes limitaciones. La coordinación con los servicios del patrimonio, la gestión de las verticalidades técnicas en un emplazamiento limitado y la creación de apartamentos en el ático han requerido un enfoque técnico y organizativo minucioso. Se han integrado con precisión el mantenimiento de la estructura existente, la adaptación a las normas contra incendios y los requisitos acústicos.
La sostenibilidad del proyecto se basa en una estrategia realista y sobria: reutilización de los materiales existentes (parqués, puertas, tiradores, vigas), sustitución de la calefacción de gasóleo por un sistema de gas, con conexión a la calefacción a distancia prevista a medio plazo. El refuerzo del aislamiento del ático y la redistribución optimizada de las redes técnicas contribuyen a la mejora global del rendimiento energético, respetando las restricciones patrimoniales.