Tribunal Arbitral du Sport (TAS)
Una nueva sede para el TAS
En 2000, la Fundación Beaulieu, propietaria del recinto, puso en marcha un programa de renovaciones denominado Beaulieu 2020 con el objetivo de que el recinto volviera a ser un importante centro económico, cultural y académico de la aglomeración.
En 2014, el rechazo en referéndum de la construcción de una torre de 27 plantas supuso un cambio en la estrategia de ocupación y valorización del recinto. Se barajan nuevos usos, como la creación de un centro de formación para la Haute École de la Santé La Source en la nave de 1920, que será realizada entre 2015 y 2018 por RDR architectes.
En el marco de esta nueva planificación, está previsto acoger al Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) en las dos últimas plantas y en el ático del ala sur del Palacio, quedando las primeras plantas reservadas para la instalación de un restaurante y otros usos destinados al Palais de Beaulieu.
Desde su creación en Lausana en 1984, el TAS siempre ha sido inquilino de sus oficinas, primero cerca del Museo Olímpico y luego en el Château de Béthusy, también en Lausana. La adquisición por parte del Consejo Internacional de Arbitraje Deportivo (CIAS) del ala sur del Palacio de Beaulieu le permite disponer de un espacio que responde a la ampliación de sus actividades, a la evolución de su función y al crecimiento de sus necesidades, y garantizar su desarrollo futuro y su proyección internacional.
Así, en 2016, el TAS lanza un mandato de estudios paralelos (MEP) para el estudio y la realización de su nueva sede en el Palais de Beaulieu.
Elaborado sobre la base de un estudio de viabilidad, el pliego de condiciones del concurso detalla las necesidades del TAS en términos de funciones y locales, y propone un esquema de distribución de estos últimos en el edificio.
El programa de locales incluye un conjunto de locales de trabajo: oficinas, archivos, salas de conferencias, una biblioteca y una cafetería, así como espacios públicos específicos para la actividad del TAS: un auditorio con 100 plazas, salas de audiencia de diferentes tamaños y todos los locales anexos necesarios para el funcionamiento del Tribunal.
El esquema de ocupación del pliego de condiciones propone ubicar el programa público de las salas de audiencia en la primera planta y el sector administrativo en la segunda planta y en un ático que se construirá.
Además de los requisitos habituales y previsibles para este tipo de concurso —la búsqueda de la excelencia arquitectónica y la ejemplaridad en términos medioambientales y energéticos—, el pliego de condiciones detalla las limitaciones específicas de la incorporación del nuevo programa en el Palais de Beaulieu: la integración en un edificio de gran valor patrimonial e histórico, la puesta en común de una vía de evacuación con el Teatro, la gestión diferenciada de los flujos propios de un tribunal de este tipo.
Entre tradición y modernidad, los retos del proyecto
Dos retos principales subyacen al proyecto de la nueva sede del TAS.
La creación de una nueva sede representa, para el TAS, una etapa histórica importante. El proyecto debe ofrecer a la institución una herramienta de trabajo eficaz, adaptada a sus necesidades, a las exigencias actuales y a la especificidad de su actividad, pero también un marco de trabajo representativo que exprese su identidad, su estatus y sus valores.
Para el TAS, ocupar el Palais de Beaulieu es una oportunidad (una nueva visión para el emplazamiento de Beaulieu), pero también representa la posibilidad de invertir en un edificio cuya arquitectura histórica se adapta bien a la solemnidad de un tribunal de alcance internacional.
Además, el proyecto debe integrarse de manera pertinente en un edificio con cualidades patrimoniales reconocidas, ya que el Palacio de Beaulieu está clasificado como monumento histórico de interés regional, un edificio que ocupa un lugar importante en la memoria colectiva de la Suiza francófona y de Suiza, ya que albergó el Comptoir suisse durante muchos años.
En sus conclusiones, el estudio histórico señala que «el elemento más importante del Palacio, que le confiere su identidad y unidad, es evidentemente la fachada diseñada a principios de la década de 1930. En el momento de su concepción, el arquitecto compone una fachada moderna cuyos grandes ventanales, que ocupan toda la altura de la fachada, son su signo distintivo».
Al diseño de la fachada hay que añadir la expresión volumétrica del Palacio, con su cuerpo central prominente y dos alas casi simétricas más bajas, que le confieren su monumentalidad clásica.
El tratamiento de las fachadas del Palacio constituye, por tanto, uno de los elementos clave del proyecto en términos de patrimonio.
El proyecto RDR, relevancia histórica y novedad
Arquitectura y programa, la importancia de tomar las decisiones correctas
El proyecto desarrollado por RDR architectes, ganador del MEP, propone una innovación con respecto al estudio de viabilidad. La ubicación de los programas públicos y administrativos se invierte: las oficinas se ubican en la primera y segunda planta, mientras que las funciones públicas y de representación específicas del TAS se sitúan simbólicamente en el ático, lo que les confiere una visibilidad y una ubicación privilegiadas, con vistas al paisaje del lago Lemán, el lago y sus montañas.
Esta distribución alternativa del programa permite responder mejor a las limitaciones estructurales relacionadas con lo existente y dotar a los principales espacios públicos de una altura acorde con su tamaño y representatividad, pero también, y sobre todo, expresar mejor la identidad de una institución como el TAS.
La nueva organización da lugar, en definitiva, a una mayor coherencia entre el programa, la expresión arquitectónica y la imagen.
El TAS ocupa una larga franja (82 m x 24 m) situada en el extremo sur del Palacio, a lo largo de la Avenue des Bergières, limitada al norte por el volumen del Teatro.
En respuesta a la forma particular de la parte del edificio disponible, el proyecto propone dividir esquemáticamente el espacio en tres partes a lo largo.
A lo largo de la fachada se ubican, en las plantas 1 y 2, las oficinas individuales y, en el ático, las salas de audiencias; a lo largo del muro medianero con el Teatro se alinean los locales de servicio y algunas salas de reuniones.
La franja central alberga un atrio coronado por una cubierta acristalada que conduce la luz natural hasta el corazón del edificio. Este espacio central integrador conecta y distribuye los tres niveles. Alberga escaleras y salas de reuniones, y en la primera planta, la biblioteca y su espacio de consulta.
En el ala sur se ha construido un nuevo volumen en el ático. Este reúne las salas donde se celebran las audiencias: un auditorio con 100 plazas, dos salas de audiencia con unas treinta plazas, con sus respectivas salas de traducción, un amplio vestíbulo, así como salas de reunión y la sala de los árbitros. En el extremo oeste se encuentran las oficinas de la dirección del TAS.
Los núcleos de circulación vertical (escaleras y ascensores) se sitúan en ambos extremos del edificio, y las escaleras del este también sirven de vía de evacuación para el teatro. El programa se completa con un segundo ático retranqueado que alberga la cafetería y un gimnasio.
La fachada, ajuste y continuidad
Como señala el estudio histórico, el elemento más importante del Palacio, el que le da su identidad y merece ser conservado, es su fachada.
Durante el proyecto, el tratamiento de las grandes ventanas que la componen fue objeto de un estudio en profundidad bajo la atenta mirada de los servicios municipales de protección del patrimonio.
La propuesta de instalar perfiles separados delante de los acristalamientos tiene por objeto resaltar la proporción vertical y monumental de las aberturas y recuperar su división tripartita, ya presente en las fachadas originales. La creación de un primer plano contribuye a unificar las variaciones y rupturas del ritmo horizontal derivadas de la diversidad de funciones que alberga el edificio.
El tratamiento arquitectónico del ático se caracteriza por una fachada totalmente acristalada cuyo alero subraya su ligereza. Su horizontalidad corona la fachada mineral del Palacio de Beaulieu, ofreciendo la lectura de una composición clásica unitaria, al tiempo que permite distinguir una emergencia que sugiere un programa específico.
Materialidad, tradición y modernidad
La elección de los materiales refleja la voluntad de expresar los valores de la institución, rigor, eficacia, transparencia, y de privilegiar una respuesta contemporánea respetuosa con el carácter histórico particular del Palais de Beaulieu, cuya modernidad no excluye un cierto clasicismo.
Se busca la autenticidad de los materiales naturales: hormigón, madera, aluminio y latón, en un guiño a la arquitectura interior histórica del Palacio de Beaulieu, en una aplicación contemporánea y rigurosa, con sofisticación pero sin ostentación.
El acompañamiento de RDR en este proyecto también se ha extendido a la elección del mobiliario y a la elaboración de una identidad gráfica que se ha desplegado, en particular, en los elementos de señalización